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Las malas condiciones de los caminos entorpecen el crecimiento de la producci?n rural en el noreste de Colombia

by Rodrigo Carvalho (TV Globo - Globo News - Brasil) | Thomson Reuters Foundation
Friday, 24 February 2012 16:51 GMT

* Any views expressed in this opinion piece are those of the author and not of Thomson Reuters Foundation.

Cerca de cien trabajadores rurales del departamento de Santander, en el noreste de Colombia, encuentran demanda en el exterior para sus productos, pero no consiguen consolidarse en el mercado interno por causa de las pésimas condiciones de los caminos.

Los setenta integrantes de la Corporación de Recuperación Comunera del Lienzo (Corpolienzo), que producen algodón de forma orgánica y artesanal, están a la expectativa de participar, en agosto de 2012, en una feria en Nueva York, donde pueden abrir oportunidades para exportar sus edredones, chaquetas y sandalias, todos hechos por comunidades locales de la pequeña ciudad de Charalá. Aún así, el jefe de Corpolienzo, Guillermo Rosales, dice que el mayor desafío es incrementar las ventas en su propio país.

“El problema de los caminos en Colombia es crucial y afecta todos los productos”, afirmó Rosales. “Infelizmente es algo que está fuera de nuestro alcance. Tenemos que ajustarnos a esa realidad y, para eso, todos los plazos de entrega se calculan con una anticipación mucho mayor. Perdemos tiempo y dinero”, añadió.

La economía de Santander, uno de los 32 departamentos colombianos, depende de la  agricultura, principalmente de los cultivos de cacao y tabaco.  El transporte de los productos se hace por una red de carreteras de 10.850 kilómetros. De los 3.469 kilómetros que están bajo responsabilidad del gobierno de Santander, apenas 436 kilómetros (un 12,5 por ciento) están  asfaltados.

Nuestro equipo de reporteros demoró cinco horas para recorrer la distancia entre Bucaramanga, capital de Santander, y el centro de Charalá, donde está la sede de Corpolienzo.  La vía es estrecha, llena de hoyos y en el día del viaje estaba saturada de camiones.

“En una carretera buena, larga y sin tantas fallas, llevaría menos de dos horas viajar los 130 kilómetros que separan las dos ciudades”, destacó el conductor Juan Humberto Archilla.

Especialistas atribuyen la mala condición de las vías a un descuido histórico de los gobiernos colombianos. “Es muy grave. No consigo identificar, en la historia reciente de nuestro país un líder político que haya prestado atención al tema del transporte. Es un problema de toda a Colombia”, dijo el sociólogo Eduardo Gómez, director ejecutivo de la organización no gubernamental “Compromiso”, que produce estudios y programas para el desarrollo social del país.

“A veces hacemos algún trabajo en Bucaramanga y las personas del campo simplemente no van porque no consiguen llegar a tiempo. Y claro que eso también perjudica a nuestra agricultura”, afirmó Gómez.

Los problemas de los caminos en la región de Santander también perjudican el trabajo de las 32 mujeres que son parte de la Asociación Municipal de Mujeres Campesinas de Lebrija.

“Soy una microempresaria. Tengo que pensar en el cliente, porque él es el que nos da de comer todos los días”, dice Emperatriz Román, líder de la asociación. Ella revela una medida improvisada para hacer que sus pollos lleguen a los compradores en el plazo convenido.

“El cliente, con toda razón, no quiere saber si el camino está bueno o malo. La manera es gastar más dinero con un transporte alternativo. Desde hace unos meses, pasamos a contratar motos para llevar los pollos a los barrios de nuestros clientes. Nuestra productividad acaba cayendo de forma considerable”, concluye.


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